Como hemos dicho una parte de
nuestro sistema nervioso trabaja controlando y regulando de forma automática
e involuntaria muchas de las funciones de nuestros órganos internos: la
frecuencia cardíaca, el ritmo intestinal, el control de la presión arterial, el
sudor, la temperatura corporal, la emisión de orina, etc.
Dentro de este trabajo que
realiza el sistema nervioso de forma automática e involuntaria, distinguimos 2
funciones:
● Una es la que tiene que ver con
la supervivencia del organismo. Se encarga de estimular la salida de enzimas y
hormonas del estrés, como la adrenalina. Estas hormonas se encargan de aumentar
el ritmo cardíaco, la capacidad pulmonar, el riego sanguíneo y frenar las
sensaciones de dolor para que podamos seguir luchando para sobrevivir.
La subluxación vertebral,
es el agente principal para que este mecanismo de “luchar para sobrevivir” esté
constantemente puesto en marcha, incluso aunque no nos encontremos en
situaciones que requieran tal estado de estrés.
La hiperestimulación de esta
función del sistema nervioso y su correspondiente agotamiento, está considerado
por la comunidad científica actual como la causa principal de enfermedad en el
ser humano.
● La otra función mantiene el
cuerpo en un estado de descanso o relajación tras un esfuerzo o para realizar
actividades importantes, como sería, por ejemplo, la digestión. Esta función es
de vital importancia para el hombre, ya que consiste en mantener los órganos
funcionando correctamente y estimular la regeneración de los tejidos.
Todos nuestros órganos y
glándulas poseen fibras nerviosas que transmiten información de estas 2
funciones. Cuando se pone en marcha la función excitadora, la otra se inhibe y
viceversa, manteniendo de esta forma un equilibrio entre actividad y reposo y
una acción rítmica de los órganos internos, glándulas, músculos, arterias,
venas, etc.
Los problemas llegan cuando se rompe
el equilibrio por múltiples causas, y una de las más decisivas es la
subluxación vertebral. Ésta provoca el aprisionamiento del nervio que fluye por
el interior de las vértebras mal alineadas. Ese nervio irritado no transmite
con normalidad la información entre el cerebro y el cuerpo.
Si pisamos una manguera
producimos un efecto parecido: nuestro pie impide que el agua circule con
suficiente presión. Así pasa con la Inteligencia Innata o fuerza vital del
organismo, que cuando hay una vértebra subluxada (fuera de su sitio), aparece
un descenso de la habilidad innata del cuerpo para funcionar correctamente y
curarse a sí mismo.
La Quiropraxia
“libera la manguera y permite que el agua fluya”
Y de VIDA a nuestro cuerpo.
CASEROS 370 of “D”.CBA 0351-153718300
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